Situaciones, características y personajes de la leyenda artúrica





La humanidad ama inventar historias, para luego creerlas a pie juntillas, para luego negarlas, para luego pasar el resto del tiempo cuestionándose acerca de su veracidad. Claro que no cualquier historia soporta los rigores de este cedazo, la mayoría se olvidan con el tiempo. ¿Cuál será la que perviva? Aquella cuyos protagonistas tengan en sí la fuerza para transmutar en arquetipos.
Un arquetipo constituye una Forma Principal a través de la cual el raciocinio humano aprehende una Idea de la cual aquella Forma es su reflejo. Es un Absoluto que por serlo nos sitúa frente a nosotros mismos, nuestra realidad y nuestros ideales, motivo por el cual también podemos decir que refleja de la forma más eficiente una evolución anímica de lo inferior a lo superior.
Dado que nuestra leyenda nace y se desarrolla en una época y lugar en que toda idea debía coincidir con el verbo cristiano, toda “evolución anímica” corresponderá con un recorrido que partiendo de lo terreno llegue a lo divino.  Así explica Jean Paul Corsetti (prestigioso ensayista y crítico francés) el pensamiento de aquel tiempo:

Números, ideas, reglan el orden de las cosas; no son criaturas sino participantes de la Sabiduría eterna por la cual Dios ha creado al mundo, y se identifica con él.
Porque toda materia es producto de un acto divino, el reflejo de un modelo arquetípico él mismo engendrado por el Verbo. La doctrina cristiana del Verbo desposa aquí la armonía platónica y aún pitagórica.*

Llena a rebosar está tanto la literatura como la historia de reyes, magos y princesas: es nuestra intención que del presente análisis resulte evidente el motivo por el cual los personajes que nos ocupan devienen en Arquetipo, devienen en Cifra.


* Jean Paul Corsetti, Historia del Esoterismo y de las Ciencias Ocultas, Ed.Larousse Argentina S.A.I.C., 1993, Traducción Eduardo Gudiño Kieffer, pg 75  

5 comentarios:

Gracias por tu lectura