Merlín y Aurelio

Aurelio: rey celta  de probada veracidad histórica quien, para nuestra leyenda, será el tío paterno de Arturo
Merlín cumpliendo funciones de "ingeniero”


LEYENDA

-Designación de Aurelio como rey
-Muerte de Vortigern
-Comienzan a cumplirse las profecías de Merlín
-Fuente de Galabes
- El Círculo de los Gigantes
-Nuevos enfrentamientos bélicos
-Muerte de Aurelio



REALIDAD HISTÓRICA

-Stonehenge (evolución histórica del monumento)
-Misticismo siglos XI y XII
-Mitología galesa
- El Antiguo Testamento en la leyenda


SIMBOLOGÍA

-Espejo 
-Fuente
-Crómlech

Sintiéndose suficientemente seguros como para regresar, Aurelio y su hermano menor Uther desembarcan en Devon (futuros tío y padre de Arturo respectivamente, enviados al exilio por el rey usurpador Vortigern).


Devon


Ya en tierras britanas los obispos (obispos católicos de origen celta) designan rey a Aurelio.
De inmediato comienza la búsqueda de Vortigern quien finalmente no había levantado construcción alguna en Dinas Emrys, como había sido su propósito, sino que poniendo rumbo al norte se estableció en una colina llamada Cloartius (norte de Gales). Es allí donde lo encuentra Aurelio e incendia su fortaleza, dando así muerte a Vortigern tal como Merlín había anunciado de niño: “Cuídate del fuego de los dos príncipes que están en el exilio”.

Tras varias batallas de considerable importancia los invasores sajones se rinden y son confinados a vivir en los lugares mas deshabitados de Britania.

Luego de asegurarse el control de su territorio el rey Aurelio decide hacer una peregrinación a la llanura de Salisbury, donde descansaban los restos de aquellos nobles celtas quienes años atrás habían sido traicionados y asesinados por sajones. (Actual Autoridad Unitaria de Wiltshire)


Wiltshire


Aurelio observa el paupérrimo cementerio. En las inmediaciones del mismo, y como único tributo, se encuentra un monasterio que rinde alabanza a los difuntos con un “coro perpetuo”, cantantes que se relevaban durante las veinticuatro horas del día. Decide conmemorar a los fallecidos levantando un monumento. Uno de los obispos que lo acompañan le sugiere que para tal menester consulte a Merlín puesto que no hay otro como él (Merlín) en el “diseño de artificios mecánicos” Nótese que Geoffrey no lo presenta como un mago sino como alguien hábil, confiable, trabajador e inteligente.

Así es como nuevamente tenemos a un rey celta buscando a Merlín (consulte la entrada Vortigern construye una fortaleza), pero esta vez con buenas intenciones. De este tipo de situaciones espejo pero de signo contrario, se sirve en varias ocasiones la leyenda que nos ocupa.

La palabra espejo es muy cara a los místicos de los siglos XI y XII. Se entendía al universo como un macrocosmos espejo del plan maestro de Dios. La naturaleza se consideraba de igual modo pues las leyes naturales obraban en concordancia a aquel plan. Siempre dentro de este juego de imágenes reflejadas, el ser humano era concebido como el microcosmos que contenía al macrocosmos en sí al mismo tiempo que era contenido por él. Así, naturaleza y universo caen o se elevan junto al hombre, motor del espacio y del tiempo.

Qué sucedió con la vida de  Merlín desde que de niño profetizara para Vortigern hasta que, un joven ya, entra al servicio del rey Aurelio, nadie lo sabe. Los enviados reales encuentran a Merlín en Gales, junto a la “fuente de Galabes”.



En concordancia con gran parte de la literatura medieval, a lo largo de todo el ciclo artúrico las referencias a encuentros que se producen junto  una fuente son numerosas. 
La idea de la fuente poseía una  variada simbología mística. Para considerar esta referencia debemos remitirnos al  antiguo paganismo celta que consideraba a los árboles de los bosques y, más aún, al agua de fuentes y ríos, como el medio apropiado para que, aquel que tuviera el don sumado a la instrucción necesaria, se comunicara con los dioses. De modo que el hecho de citar a la fuente de Galabes  como lugar de encuentro, le “explica” o “anoticia” al lector de su época los extraños privilegios  que goza este personaje.


Canción folclórica galesa



"En la imagen del paraíso terrenal, cuatro ríos parten del centro, es decir, del mismo pie del Árbol de la Vida, y se separan según las cuatro direcciones marcadas por los puntos cardinales. En consecuencia, surgen de una misma fuente, que deviene simbólica del “centro” y del origen. (…) Por ello se considera que su significación (agua en surgimiento) simboliza la fuerza vital del hombre y de todas las sustancias.
(…)Según Jung, la fuente simboliza la vida interior, la energía espiritual. La relaciona también con “el país de la infancia”, en el cual se reciben los preceptos del inconsciente y señala que la necesidad de la fuente surge principalmente cuando la vida está inhibida y agostada."*


"El Jardìn de las delicias", El Bosco


Aurelio ordena a Merlín que profetice para él pero éste se niega explicando que al don profético sólo se debe acudir en casos de extrema necesidad, de no respetarse esta condición el espíritu que a través del vidente se manifiesta “guardaría silencio”. Consultado acerca del monumento para honra de los caídos, Merlín afirma que se deben traer las piedras conocidas como el “Circulo de los Gigantes” y colocarlas alrededor del cementerio.

El Círculo de los Gigantes es Stonehenge, el más famoso de los monumentos megalíticos del mundo, emplazado en la llanura de Salisbury, Inglaterra. Monumento que tanto los libros de historia como la folletinería de la industria turística más todo aquello que tenga que ver con una auspiciosa “revisión” de la cultura celta ha fotografiado innumerables veces.




Según la Wikipedia, un crómlech o crónlech es un monumento megalítico formado por piedras o menhires clavados en el suelo y que adoptan una forma circular o elíptica, cercando un terreno. Está difundido por Gran Bretaña y por la Bretaña francesa, así como en la Península Ibérica, Dinamarca y Suecia.

En castellano también reciben los nombres compuestos de círculo de piedras, anillos de piedras o círculo megalítico.

“Llamado por el pueblo <<Círculo del Gigante>>.
Diodoro de Sicilia ya se refería al crómlech de Stonehenge, al decir que, frente a la Galia, en una isla <<tan grande como Sicilia>>, se encontraba el <<templo circular de Apolo>> donde los hiperbóreos entonaban alabanzas al dios Sol. Se desprende el significado solar del monumento. El crómlech participa del simbolismo del círculo (proceso cíclico, totalidad, perfección); del disco, representación del sol; y de la piedra, teofanía para la mayoría de los pueblos primitivos, asociada a los cultos de fertilidad”.**


Stonehenge, breve nota arqueológica

Stone en inglés significa piedra y hengen, colgado. Stonehenge podría aludir al hecho de que las piedras están dispuestas en forma tal que parecen gigantescas horcas, o más sencillamente a que los bloques horizontales “cuelgan” entre dos bloques verticales. Estas enormes piedras llamadas sarsen, de etimología desconocida, no fueron aquellas con las que el monumento se originó.



  Hacia el año 4000 a C distintas culturas megalíticas, cuya coordinación si es que existió se nos escapa, se extendió a lo largo de las costas del Mediterráneo  y Europa occidental. Se ignora también el motivo que lleva a estos pueblos a erigir sus monumentos. La datación mediante radiocarbono realizada sobre el círculo principal del monumento que nos ocupa da por resultado una fecha anterior al 2000 a C.
Stonehenge comienza como un cerco circular de 90 metros de diámetro hecho con cascotes de tiza que aún permanecen en el lugar. En su interior hay 56 fosas con restos humanos incinerados. Luego de varios siglos se construyeron dos cercos de piedra dentro del anterior. El primero, compuesto por piedras pequeñas en comparación con las usadas para el que se levantó luego, llamadas  piedras azules, originarias de Gales. Estas debieron ser traídas por mar a Salisbury pero fueron posteriormente derribadas para levantar el monumento definitivo que Geoffrey conoció y nosotros fotografiamos, las sarsen, obtenidas a 30 kms del lugar, en la llanura de Marlborough. Finalmente algunas de las piedras azules descartadas se colocaron dentro del círculo de las sarsen. 




Stonhenge se encuentra en el condado inglés de Wiltshire, a 13 Km hacia el norte de Salisbury, su ciudad capital.






Stonehenge, origen del monumento según la mitología artúrica

Geoffrey, en su Historia, le hace decir a Merlín que tal monumento se encuentra en Irlanda (Hibernia) de donde habrá que traer las piedras que lo conforman para ubicarlas exactamente en la misma posición en que fueran encontradas y de ese modo éstas cumplirían una doble función: guardianas protectores de los difuntos y fuente de curación para los vivos ya que el agua que por ellas resbalase sanarían cualquier dolencia.
El escritor se atreve a esta última afirmación (que tan fácilmente podría ser negada por los hechos) puesto que conoce el respeto supersticioso que el monumento despierta, el mismo que, grandiosamente aumentado una vez que la leyenda echase a andar, impediría a cualquier hombre común del medioevo acercarse a probar suerte.

Puesto que las piedras azules son originarias de las canteras galesas, es posible que alguna tradición oral sobreviviera, la cual relataría que las piedras que componen el monumento (todas ellas) habrían sido traídas por mar desde el oeste.

En orden de acometer tal empresa el rey Aurelio envía a su hermano Uther al frente de los mejores guerreros, Merlín también es de la partida.  A estos hombres curtidos en incontables batallas, vencer al rey irlandés que los enfrenta impidiéndoles el paso les resulta fácil, pero mover las piedras, imposible.
 No son piedras para ser movidas por hombres normales, Goeffrey afirma que las mismas fueron emplazadas por unos gigantes que las trajeron por mar desde África.




 Merlín logrará embarcarlas él sólo (no a través de la magia sino haciendo uso de sus ya mencionados “artificios mecánicos”)  para luego desembarcarlas y por último situarlas allí donde el rey Aurelio espera. 

Llegan para la fiesta de Pentecostés de modo que una vez concluido el trabajo todo el pueblo britano se une a su rey en un festejo que durará varios días.
Stonehenge es, para nuestra leyenda y a partir de entonces, un santuario.

Para el razonamiento medieval todo el mundo es santo por ser obra de Dios, pero los seres humanos lo contaminamos con nuestros actos impuros. Todo templo, capilla, basílica, o santuario, posee una esencia incorruptible, símbolo de la Jerusalén celestial y del Paraíso, que perdura más allá de cualquier ataque perpetrado en su contra por la perversión. Esencia que “resantifica”, limpia el mundo.
Veremos que a lo largo de la leyenda y para mayor gloria de  los hechos que se narran, hechos como el que se acaba de contar, coinciden con una festividad religiosa.

¿Por qué otorgaría Geoffrey un origen tan rebuscado a Stonehenge?
Esta historia le pertenece (a diferencia de otras que adapta según convenga a su narración). Es de destacar que, aunque la mitología celta posee gigantes, (especialmente en la zona de Cornualles) ningún escrito antiguo justifica la inclusión de gigantes africanos navegando con un tesoro de piedra a Irlanda. Sin embargo nuestro  escritor no se equivoca ni está jugando con la imaginación, pretende alzarse con un conocimiento exclusivo, darse el mérito como historiador de haber investigado hasta saber lo que nadie más sabe.
¿Cómo es posible que un historiador incluya gigantes en su libro?
El medioevo creía en su existencia. La Biblia (Génesis) lo afirma.
Biblia de Jerusalem : “Los nefitilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres…” Luego los Nephilim (en hebreo, gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo.
Biblia de Jerusalem: “El autor parece utilizar en este episodio difícil una leyenda popular sobre los gigantes. Su recuerdo es evocado como ejemplo de la perversidad creciente que va a dar motivo al diluvio.”




Siempre atendiendo al mismo texto sagrado debemos considerar que todos los hombres descendemos de la familia de Noé, cuyos hijos y nuestros antecesores fueron Sem Cam y Jafet, únicos sobrevivientes de aquel holocausto. Puesto que Noé había maldecido, al menos en parte, a la descendencia de Cam, durante la época medieval se suponía que los gigantes posteriores al diluvio serían hijos de este último. No nos extrañe, igual explicación (los maldecidos hijos de Cam) fue esgrimida hasta las postrimerías del siglo XIX para justificar tanto la esclavitud como la matanza de nativos por parte de las potencias imperialistas. Y también, hasta mediados del siglo XX, por la para entonces criminal organización del Ku Klux Klan, en el sur de Estados Unidos, para proclamar como razonable  y justa una supuesta “debida” supremacía de la raza blanca sobre la negra, y de paso divulgar ideas tales como el antisemitismo, el odio al comunismo, al catolicismo y a la homosexualidad.

Si regresamos a la edad media recordaremos lo que la creencia aseveraba: hacia el año 1700 a C. existía una raza de gigantes poblando las Islas Británica a las cuales se denominaba Albión, pero cuando los troyanos liderados por Bruto* hacen su arribo sólo restan unos pocos, más estúpidos que peligrosos. Geoffrey nombra a varios, a modo de ejemplo citaremos al héroe troyano Corineo, a quien Cornualles debe su nombre por haber dado muerte al gigante que asolaba la región.





Retomando la Historia de Geoffrey diremos que Pascencio, otro de los hijos de Vortigern, se subleva contra Aurelio. Como entre los britanos no encuentra respuesta, al igual que su padre, se alía con los sajones. Aurelio fácilmente controla la revuelta de modo que Pascencio se dirige a Irlanda buscando congraciarse con el rey irlandés a quien Uther le arrebatara por las armas al “Círculo de Gigantes”.  Con un nuevo grupo guerrero, esta vez formado por irlandeses, Pascencio desembarca en Gales, Aurelio yace enfermo en Winchester así que es Uther quien irá al encuentro de los enemigos. Eopa, un sajón, susurra al oído de Pascencio otra línea de conducta. Aprovechando su excelente dominio del idioma hablado por los británicos él, Eopa, se hará pasar por médico y envenenará a Aurelio. Y así sucede, mientras Uther busca a Pascencio en Gales, Aurelio muere envenenado en Winchester y su cuerpo se sepulta dentro del Círculo de los Gigantes (Stonehenge).

Winchester es la ciudad capital del actual condado de Hampshire, tierra que pasó a ser dominio sajón durante el siglo VIII. Puesto que varios reyes anglosajones están enterrados allí, Geoffrey la menciona degradándola, es la ciudad donde el asesinato de Aurelio se perpetra pero de ningún modo sitio digno para sus restos.



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El envenenamiento, como se habrá notado, es una típica y artera arma sajona para Geoffrey, quien no duda en echar mano a la misma cada vez que necesita quitar a un rey britano de escena.   



*Diccionario de Símbolos, Juan Eduardo Cirlot, Siruela ediciones, pgs 216, 217 

**Diccionario de Símbolos, Juan Eduardo Cirlot, Siruela ediciones, pg 156



1 comentario:

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Gracias por tu lectura